Tratamiento de varices

Por diversos factores como la predisposición genética, los cambios hormonales, el sobrepeso, el sedentarismo o las malas posturas, las venas de las piernas pueden dilatarse y provocar problemas de circulación sanguínea que pueden ser muy problemáticos. Las varices se forman por un mal funcionamiento de las válvulas de las venas de las piernas haciendo que la sangre se estanque lo que provoca su ensanchamiento y mal funcionamiento. Los síntomas que suelen producir las varices son pesadez de piernas, calambres, picores e incluso fuertes dolores.

Según su tamaño, las varices pueden ser:

  • Pequeñas o también denominadas ‘telangiectasias’; que suelen ser un problema estético más que de salud aunque en determinadas ocasiones pueden provocar sensación de pesadez y cansancio en las piernas.
  • Medianas; más problemáticas para la salud y con la edad suelen provocar flebitis o pequeñas varicorragias (hemorragia de las venas).
  • Grandes; de tratamiento obligado ya que pueden provocar dolor, tromboflebitis o úlceras.

Las varices, por tanto, no son sólo una cuestión estética, sino un problema crónico para el que afortunadamente existen cada vez más técnicas sencillas y rápidas.

Actualmente existen diversos métodos para tratarlas, desde los tratamientos médicos y quirúrgicos hasta los no quirúrgicos como la esclerosis, crioesclerosis o esclerosis con espuma; pero siempre ha de ser un especialista cualificado y con experiencia el que, tras valorar el problema, determine qué tratamiento o tratamientos son los más adecuados.

En Preven Salud contamos con la experiencia y buen hacer de un experto en la materia que -tras hacer una historia clínica del paciente y una exploración física exhaustiva- decidirá el método más adecuado para tratar las varículas y arañas vasculares, así como las grandes varices. La experiencia médica nos demuestra que la esclerosis sigue siendo el tratamiento más efectivo para eliminar las arañas vasculares o venas de pequeña entidad y la esclerosis con espuma para el tratamiento de venas de mayor tamaño.

No hay que olvidar que la ‘prevención’ es el mejor tratamiento; por ello, debemos adoptar sanas costumbres como combatir la obesidad y el sobrepeso con una dieta apropiada y equilibrada, recibir masajes específicos drenantes y activadores de la circulación periférica y acudir al especialista al menos una vez al año.