MÉTODO PREVENSALUD
<<Adelgazar no es una tarea fácil y requiere un esfuerzo considerable>>
Adelgazar no es una tarea fácil y requiere un esfuerzo considerable por parte del paciente y una sensibilidad especial del médico que le pretende tratar. No todas las personas obesas o con sobrepeso están en las mismas condiciones (físicas y psicológicas) para iniciar un programa de adelgazamiento, por lo que la ayuda de su médico es fundamental.
La obesidad es una enfermedad; y, por supuesto, en la persona obesa, más que en ningún otro caso, se cumple el tradicional axioma médico de «no hay enfermedades sino enfermos». Por tanto, cuando queremos abordar su tratamiento de una forma eficaz, es imprescindible individualizar cada caso clínico, tanto en los objetivos como en las medidas a adoptar.
Teniendo en cuenta estos aspectos, valoramos que el abordaje terapéutico del paciente obeso debe ser un proceso individualizado y escalonado. Nuestro método se basa en la EDUCACIÓN ALIMENTARIA, enseñando al paciente cómo cambiar sus hábitos y con ello conseguir no solo perder el peso sobrante, sino también mantener el peso adecuado evitando su recuperación con el transcurso del tiempo. Hay que considerar la obesidad como un problema crónico, y lo crónico no se cura, se controla. Si una vez que hemos adelgazado dejamos de cuidarnos y volvemos a los hábitos que teníamos antes, volveremos -irremediablemente- a recuperar el peso perdido.
Para conseguir los objetivos expuestos (perder peso y no volver a recuperarlo) nuestro tratamiento se va a dividir en dos fases:
– Periodo de adelgazamiento que se inicia con una serie de valoraciones y pruebas médicas como una analítica para detectar posibles alteraciones metabólicas o la técnica de ‘impedancia bioeléctrica BIA’ para determinar el porcentaje de agua corporal, de masa libre de grasa y masa grasa que es lo que hay que eliminar. Medimos el perímetro de cintura para intentar bajar los centímetros considerados ‘límites de factor de riesgo cardiovascular’ para cada sexo. Todos estos resultados se integran y se calcula el que denominamos PESO SALUD para lograr alcanzarlo con un tratamiento personalizado.
– Periodo de mantenimiento en el que se van incorporando con mucho cuidado y de forma paulatina todos aquellos alimentos que fueron suprimidos durante el periodo de adelgazamiento para tener una alimentación lo más variada y equilibrada posible; y se enseña una forma adecuada de comer de por vida ajustada a la tipología y estilo de vida del paciente.
¿Por qué funciona nuestro método?
Porque no es simplemente un método sino toda una filosofía de vida cuya finalidad consiste en enseñar a alimentarse y nutrirse adecuadamente según cada caso para una vez acabado el tratamiento no se vuelva a recuperar el peso perdido. Seleccionamos lo mejor de cada uno de los diferentes métodos dietéticos (hipocalórico, hipocarbonado, disociado.) y se combinan de la manera más efectiva para cada persona.
Nuestra experiencia nos demuestra que los resultados obtenidos mejoran de forma considerable con un seguimiento continuo del paciente, por lo que recomendamos que las consultas sean semanales, consultas más espaciadas disminuirán la eficacia y alargarán el tratamiento. Cada consulta semanal nos permitirá ver cómo evoluciona el paciente, conocerlo mejor e individualizar las dietas adaptándolas a su ritmo de vida (horarios de trabajo, viajes, compromisos, etc.) y a su gusto personal (la dieta se puede adaptar a todas las circunstancias). Además, este seguimiento continuo nos ayudará a motivar y animar al paciente en caso de «agotamiento o cansancio» durante el tratamiento, ya que su médico no solo está para prescribirle una dieta, sino también para escucharle y ayudarle a solucionar todos los problemas que vayan surgiendo.
